Berthold Beitz, creador del gigante siderúrgico ThyssenKrupp y una de las personas más relevantes en el 'milagro económico' alemán de la posguerra, ha fallecido a los 99 años.
La muerte del presidente de honor del consejo de vigilancia de ThyssenKrupp y jefe durante décadas de Fundación Krupp conmovió al mundo político y empresarial alemán, que reconoció en Beitz una figura central en la historia económica alemana.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha destacado en un comunicado "Alemania pierde a uno de sus empresarios más prestigiosos y exitosos".
Berthold Beitz se convirtió en 1953 en apoderado general del último propietario de la firma Krupp, Alfried Krupp von Bohlen und Halbach. Durante los 60 años siguientes desempeñó diferentes funciones en la cúpula de Krupp.
Entre 1972 y 1988 Beitz llegó a ser miembro del Comité Olímpico Internacional (C.O.I.), ocupando la vicepresidencia durante cuatro años.
Tras la muerte de Krupp, Beitz creó la Fundación Krupp, la cual es la accionista mayoritaria del gigante industrial de Essen, de esta forma se convirtió en su presidente.
Beitz influyó también de forma decisiva en la fusión de la compañía con Thyssen en 1999 para crear el actual grupo, que hoy emplea a más de 150.000 trabajadores en todo el mundo.
Berthold Beitz contribuyó de forma decisiva al crecimiento de la cuenca en torno al río Ruhr, en el oeste de Alemania, la mayor región industrial de Europa.
Beitz también contribuyó con su fundación al desarrollo de la ciencia, la educación y el deporte en Alemania.
Merkel tanbién añadió en sus declaraciones, "en particular hay que rendir homenaje a su actuación valiente y ejemplar a favor de los trabajadores judíos durante la Segunda Guerra Muendial, sus tempranos esfuerzos por tender puentes al este de Europa y su gran aporte al deporte", añadió la canciller.
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